
La mañana oscura,
la mar helada
las brumas obre la marea,
todo tan incierto,
estoy a la deriva
porque te entregué mi alma.
Intento llamarte
y me respondes sin mirarme,
estás aquí
y no te presiento
Eras mi vida
ahora me siento muerto.
El dolor es como la paja
el viento la remueve y esparce,
el sol la amenaza con fuego,
al final todos la dejan apartada,
así, en un rincón, ajeno, me siento