sábado, 27 de noviembre de 2010

Inequivoca


Callada y ausente,
como esperando sentencia,
como llevada por la fuerza,
toda vestida
de lamentos y pasados.

Nadie te esperaba en el puerto,
ninguno vino a despedirte,
tu mirada vacía
se perdió en el horizonte,
sin soltar una lágrima.

La gruesa brisa de norte,
te endureció la piel,
quedaste encogida, suspensa
entre dos tiempos,
en lo que pudo ser
y lo que nunca será.

Dónde lanzaste el presente,
quién te apago la voz,
dónde escondiste tu fuente,
quién te olvido
en un viaje de fiesta.

Ahora te hablo y me peleo
te sacudo tus raíces muertas
vuelve, vuelve a vivir,
alguien, se atreve,
ya no intentes perderte.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Mirada de luz




Tu mirada me mira,
me conmueve,
me aprieta,
me conquista,
me estremece,
me ilumina.


Tu mirada se me esconde,
me desafía
me inquieta,
me intimida,
me desarma,
me vuelve niño.

Este mirar me puede,
me persigue,
me conmueve,
me emociona,
me convierte,
me devuelve la inocencia.

Tus ojos
se quedan en mi alma.
Tu mirada me acaricia
eternamente.
Tu mirar profundiza
y fundamenta el mio.
Quiero contemplar tu mirar
y hacerlo también mió.
Que tus ojos cierren los mios
cuando llegue el infinito.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Nostalgia de ti




Esta tarde se hace breve,
breve...
El viento remece las ramas,
las hojas se desprenden,
vuelan y caen.
La penumbra no me alcanza.

Busco quedo tu presencia.
Te imagino, te pienso, te sueño,
me deshago lejos de tu mirada,
me extravío si no está conmigo.

Ya no me pregunto quién eres
me pregunto quien soy sin ti;
no me protejo de quererte,
me dejo consumir en tu calor.

Contigo nací de nuevo,
casi no recuerdo cuando apareciste,
me inundaste, me conociste,
me encontraste, me trasgrediste;
has cambiado mi vida

Ay, torrente mio,
eres agua mansa que no hiere,
pero que horada la piedra
de mi corazón perdido.
Luz escondida
que iluminas mis avatares,
me rescatas de mis angustias,
me cantas al oído.

La tarde breve se despide,
la noche llega presurosa,
mi alma se aferra a tu recuerdo,
te llamo, te busco, te encuentro.

domingo, 29 de agosto de 2010

Urpichay



¡Ay mi palomita!
verso perdido,
del poeta esperanzado,
que te llama,
que te sueña,
que te colorea
con sus palabras cordiales-

¡Ay mi palomita!
tanto tiempo ignorada,
tantas noches escondida,
vuela hacia tu nuevo horizonte,
vuelve a casa, tu casa,
aquí está tu descanso.

¡Ay mi palomita!
herida de soledades,
hambrienta de ternura;
nadie te hará daño,
descansa ya,
te cobija mi corazón,
te defiende mi alma.

Nadie supo tu nombre,
ni oyeron tu clamor,
huiste del nido,
te herí de amor
¡ay mi palomita!
y sólo la lluvia te cobijó.


A ver si puedo cantar tu canto,
a ver si adivino tu calor,
¡Ay mi palomita!
encendiste mi corazón.
Ahora ya brilla el sol,
ahora estamos los dos.

lunes, 9 de agosto de 2010

Quiero intentarlo




Probaré a decírtelo,
enajenado de olvido,
inconsciente de emociones,
enloquecido de soledad,
embriagado de ti.

Intentaré contártelo,
con mi alma nueva,
con espíritu firme,
con los ojos llorosos,
con mi ser íntegro.

Aprenderé a pronunciarlo
con sonrisas de mañana,
en la pizarra de mis lecciones incontestables,
sonido a sonido,
pensamiento a pensamiento,
piel a piel.

Lo susurrare a tu oído,
con voz emocionada,
con palabras quedas,
con canciones infantiles,
con mi nobleza y mi raza,
por lo que soy
por lo que no tengo,
y sonara así,
cuánto te quiero

viernes, 16 de julio de 2010

Recordándote


Ya no te conozco,
ternura de mis sueños,
dulce recuerdo de mi vida.
¿te fuiste ya
o nunca estuviste aquí?

Vivirás ya para siempre
en el recuerdo y en la nostalgia,
ya no te invocaré,
diosa de las rosas,
perfume antiguo,
miguitas de paz.

El tiempo recurrente
me cita contigo,
con aquel verano de tus caricias,
de tu besos contenidos,
y me cuenta la duda cruel,
de saber si realmente
me quisiste
tanto como yo a ti.

martes, 23 de marzo de 2010


Mi razón, Oh, mi razón,
¡Cuánta razón tienes!
Es indiscutible,
lo haces todo evidente,
transparente,...
claridad prístina.
He de rendirme
ante lo que es,
Pero que
el corazón no acepta.

Enfrentadas están,
aunque se necesiten,
es tan pobre y mezquina la realidad
que el corazón no se resigna.
No se puede ver la realidad
en blanco y negro,
porque te hunde
y te mata los sueños.
Y sin embargo
ahí está la verdad,
incuestionable.

A veces el dolor y el sufrimiento
son preferibles,
son enriquecedores,
son humanizadores,
más allá de la triste realidad,
la fría y metálica verdad
que envenena el alma,
estoy frente a ti,
y me encuentro tan lejos.
¿Es que nunca exististe,
dama de mis sueños?

Hoy mi tarea es conjuntar, unir,
integrar,
quiero verte como eres,
no como te veía,
ni como te veo ahora,
solamente quiero saber,
quien eres,
con la verdad y con el corazón

MBP

domingo, 21 de marzo de 2010

Re - encontrar, re-vivir, respirar...


Revivir o re-vivir,
respirar o re-expirar;
reunir o re-unir;
rencontrar o re-encontrar.

Esperar o esperarte,
Acoger o acogerte,
entender o entenderte,
alejar o alejarte.

Hoy te espero
en el cálido rincón
de mi existencia;
en el momento crucial,
vengo a ti desarmado de tiempos;
sin futuros, sin mirar atrás.
sin condiciones,
sin temores,
sin necesidades.
Soy presencia
delante de tu esencia.

Desnudo ante ti,
sin pretensiones,
sin cuentas pendientes.
Los brazos abiertos
y el corazón libre;
no espero nada de ti,
te espero a ti...

miércoles, 3 de marzo de 2010

Aún me siento mirado...


Déjame tocar tu mirada,
horizonte bendito de nostalgia,
remanso de luces bendecidas,
manantial que refresca mis heridas.

Deja que tu mirada me toque,
tal vez me consuma el fuego de tu urgencia,
revitalizará mis ojos aturdidos,
enjugaran las lágrimas escondidas
en la buhardilla de mis pasos escondidos

Deja que tu luz me apremie,
los destellos de tus ojos infantiles,
la mirada que me sana y me sonríe,
la serenidad de tus años prometidos.

Deja sonreír a tus ojos tristes,
esa fuerza que se resiste a recibir cariño,
no es mirada dura, hostil,
es necesidad, carencia, petición de auxilio.

Deja que te mire y te repare.
Deja que te mire y enjugue tus lágrimas.
Déjame quererte, sin medida,
sin temores, sin promesas.
Solamente en mis ojos,
reconocerás verdaderamente los tuyos.


MBP

lunes, 1 de marzo de 2010

Si el hombre pudiera decir lo que ama...

Si el hombre pudiera decir lo que ama,
si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo
como una nube en la luz;
si como muros que se derrumban,
para saludar la verdad erguida en medio,
pudiera derrumbar su cuerpo,
dejando sólo la verdad de su amor,
la verdad de sí mismo,
que no se llama gloria, fortuna o ambición,
sino amor o deseo,
yo sería aquel que imaginaba;
aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos
proclama ante los hombres la verdad ignorada,
la verdad de su amor verdadero.



Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien
cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío;
alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina
por quien el día y la noche son para mí lo que quiera,
y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu
como leños perdidos que el mar anega o levanta
libremente, con la libertad del amor,
la única libertad que me exalta,
la única libertad por que muero.

Tú justificas mi existencia:
Si no te conozco, no he vivido;
si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.



Luis Cernuda

lunes, 25 de enero de 2010

Abrazame para que sepa...



Hay abrazos que sanan,
abrazos que emocionan,
abrazos que transmiten cosas,
sentimientos, verdades...

Hay abrazos que preguntan,
que lloran en tus brazos,
que son lamentos tristes,
que se aferran a tu alma,
que te traen presagios,
que te hablan de pasados,
que se quedan en susurros.

Hay abrazos que duelen,
que golpean, a veces hieren.
Agitados, huidizos,
vagabundos, embusteros,
parecen fuertes, pero se desvanecen
si les haces frente.
Son abrazos débiles,
no atemorizan, sino que dan pena.

Otros abrazos son perniciosos,
solapados, taimados,
llevan veneno,
esconden un puñal,
te atraviesan los huesos,
te devoran por dentro,
te calan el alma,
te entristecen,
son como el frío de la muerte,
te enagenan.
Cuidate de ellos.

Ayer me abrazaste,
y no sé qué me dijiste,
no entendí su calor,
ni su fuerza;
me dejó perdido,
no entendí su aliento,
tenia sabor de amor viejo,
¿por qué me abrazaste
sin pedirme un abrazo?

viernes, 22 de enero de 2010

Amar con libertad

"Quiero amarte sin asfixiarte,
apreciarte sin juzgarte,
unirme a ti sin esclavizarte,
invitarte sin exigirte,
dejarte sin sentirme culpable,
criticarte sin herirte,
ayudarte sin menospreciarte.
Si puedo tener lo mismo de ti,
entonces nos podemos
realmente encontrar
y enriquecernos mutuamente".

VICTORIA SATIR