
Probaré a decírtelo,
enajenado de olvido,
inconsciente de emociones,
enloquecido de soledad,
embriagado de ti.
Intentaré contártelo,
con mi alma nueva,
con espíritu firme,
con los ojos llorosos,
con mi ser íntegro.
Aprenderé a pronunciarlo
con sonrisas de mañana,
en la pizarra de mis lecciones incontestables,
sonido a sonido,
pensamiento a pensamiento,
piel a piel.
Lo susurrare a tu oído,
con voz emocionada,
con palabras quedas,
con canciones infantiles,
con mi nobleza y mi raza,
por lo que soy
por lo que no tengo,
y sonara así,
cuánto te quiero
No hay comentarios:
Publicar un comentario