Las once,
la campana de la catedral te llama, no estás;
las doce,
la vida fluye, no estás;
la una,
el mercado espera, no estás,
las dos, la mesa está puesta,
y tú no estás,
las tres,
descanso y tú no estás,
las cuatro,
ya no te encuentro...
ya no vendrás,
ya no te veo,
ya muero
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