martes, 23 de marzo de 2010


Mi razón, Oh, mi razón,
¡Cuánta razón tienes!
Es indiscutible,
lo haces todo evidente,
transparente,...
claridad prístina.
He de rendirme
ante lo que es,
Pero que
el corazón no acepta.

Enfrentadas están,
aunque se necesiten,
es tan pobre y mezquina la realidad
que el corazón no se resigna.
No se puede ver la realidad
en blanco y negro,
porque te hunde
y te mata los sueños.
Y sin embargo
ahí está la verdad,
incuestionable.

A veces el dolor y el sufrimiento
son preferibles,
son enriquecedores,
son humanizadores,
más allá de la triste realidad,
la fría y metálica verdad
que envenena el alma,
estoy frente a ti,
y me encuentro tan lejos.
¿Es que nunca exististe,
dama de mis sueños?

Hoy mi tarea es conjuntar, unir,
integrar,
quiero verte como eres,
no como te veía,
ni como te veo ahora,
solamente quiero saber,
quien eres,
con la verdad y con el corazón

MBP

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